Cuántas veces te has pasado
dibujando por horas los planos y perspectivas de un proyecto
arquitectónico en el que has trabajado incansablemente durante días y
noches, para exponerlo frente a un cliente que
al final de la
presentación te dice… ¡No entiendo!
A muchos nos ha sucedido,
lo cual en ocasiones no es grave pues simplemente regresas , corriges
los planos y las perspectivas del mismo proyecto de una manera que se
asemeje mucho más a lo que sería el espacio “real” para que tus clientes
lo puedan entender.
El anterior es uno de los
problemas menos preocupante que podemos enfrentar, pues los clientes
siguen con nosotros, el problema es que hay que realizar dos veces el
mismo trabajo, lo cual implica una perdida de tiempo y sobre todo de
dinero.
En el peor de los casos
–que representan lo que ningún profesional quiere-, los clientes
simplemente no aceptan nuestra propuesta y sin importar todo el tiempo
que invertimos en desarrollar este proyecto se van! – Es decir, Trabajaste por Nada y muchas
veces ni siquiera te pagan el anteproyecto.
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